El Hambre de tu Vida.
El Hambre de tu Vida.
Bienaventurados los que tienen hambre:
del amor de Dios,
del Pan de Vida,
del amor de las personas,
de santidad,
de una vida de oración,
de respeto y dignidad humana,
de ser reconocidos como hijos de Dios,
de una palabra de simpatía, de una sonrisa.
¿Soy capaz de reconocer estas hambres en mi?
En el hambre de mi soledad, ¿hacia quién me dirijo para saciarla?
En el hambre de mis pecados, ¿es Jesús en qien pienso primero?
¿Es Jesús el hambre de mi vida?
¿Es Jesús el amor más profundo de mi vida?
Madre Teresa de Calcuta.
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