De manera internacional, Fondacio colabora en diferentes áreas de mejoramiento social, que van desde la ayuda humanitaria, hasta el cuidado del medioambiente, pasando por discapacidad, juventud y formación académica, entre otros.

Para que este trabajo pueda llevarse a cabo de manera sostenible en cada uno de los continentes del mundo, es fundamental contar con voluntarios que entreguen su tiempo al servicio de esta causa, y año tras año jóvenes se suman para viajar a diferentes partes del mundo y entregarse ellos mismos de manera totalmente desinteresada.

En Chile, a pesar de tener una larga trayectoria con jóvenes voluntarios, principalmente llegados de Francia, hubo un periodo en el que esto se detuvo debido a la pandemia que atacó a nivel mundial. Por eso, fue de gran alegría recibir a un nuevo voluntario francés a mediados de 2022 y acoger con entusiasmo la energía y voluntad de Gaëtan.

Gaëtan tiene 23 años, y es de la ciudad de Nantes, la cual se ubica al oeste de Francia. Él estará prestando su servicio de voluntariado por 9 meses, desde octubre de 2022 hasta julio de 2023, en Fondacio Chile.

Desde que llegó a trabajado firmemente en la Biblioteca Los Almendros, junto a Pamela Ávila, quien es responsable de la Biblioteca. Además, apoya en otras organizaciones de la fundación.

Más allá de su voluntariado, Gaëtan tomó la decisión de partir de su país de nacimiento justo después de haber finalizado sus estudios como Ingeniero Medioambiental.

«Antes de trabajar quería tener la oportunidad de ir al extranjero a hacer un voluntariado, porque quería ayudar, ponerme al servicio de otras personas y de una fundación. Tengo la impresión de haber recibido mucho desde pequeño, así que también quería dar de mi tiempo«, comenta Gaëtan.

Esta búsqueda de dar al prójimo, sumado a sus granas de viajar y conocer otras culturas le hicieron decidirse por venir a Latinoamérica para ejercer su voluntariado. Además, confiesa estar encantado con el idioma español. 

Su camino con Fondacio comenzó desde muy pequeño, ya que sus padres son parte de la fundación en Francia, por lo que había participado ya en algunas actividades enfocadas en la juventud. Fueron los mismos amigos que alguna vez hizo en estos encuentros, los que le motivaron a averiguar sobre la labor que Fondacio realizaba en el exterior. «Yo no tenía idea que Fondacio existía también fuera de Francia, asi que. después de haber hablado con antiguos voluntarios, me convencí de venir aquí a Fondacio Chile, porque los proyectos sociales me parecían muy importantes e interesantes«, cuenta ya desde Chile, agregando sentirse: «muy feliz de estar aquí ayudando, aprendiendo mucho, y encontrando gente increíble«.