La fiesta de Cuasimodo es una expresión de religiosidad popular que solamente existe en Chile, quizá por eso sea cada vez más valorada ya no solo en ámbitos de iglesia sino también culturales.
No se sabe bien a qué años se remonta su origen sin embargo si sabemos que nació bajo la idea de proteger al Santísimo y al sacerdote que lo transportaba de posibles bandidos de camino.
Al domingo siguiente de la resurrección de Cristo, igual que hoy, el párroco salía a darle la comunión a enfermos y ancianos que no habían podido llegar hasta la iglesia a celebrar Semana Santa. Entonces era necesario una comitiva de huasos que disuadiera a cualquier asaltante de caminos de la época. Algo parecido a modernos “guardaespaldas” que en este caso además, asumieron la misión de recordar la resurrección de Cristo mediante voces, campanas y adornando sus caballos y carruajes para la ocasión.
Este año Cuasimodo también pasó por Fondacio, donde, en el oratorio, recibieron la comunión algunos enfermos y ancianos de nuestra comunidad. También se vivió un momento de adoración al Santísimo mientras el párroco de Nuestra Señora de los Pobres Julio Díaz y el resto de la comitiva realizaba un pequeño alto en su cansadora cabalgata de todo un día, para comer algunas frutas y refrescos que se les preparó a su espera.
Un comitiva de aproximadamente 400 personas, entre 120 caballos, además de bicicletas y 20 carretelas hermosamente engalanadas para la ocasión entraron hasta el Centro Los Almendros para luego seguir camino hacia el Loteo Los Almendros, condominio vecino a Fondacio.