Un sofá, muchas historias: cuando el diseño abraza la dignidad

La empresa Area Design visitó a familias beneficiadas por el proyecto “Un Hogar Más Digno” de Fondacio. Lo que comenzó como una donación, se transformó en un encuentro profundamente humano, lleno de sentido, emociones y nuevas esperanzas.

 

Hay gestos que van más allá de lo material. Eso fue lo que se vivió cuando Josefa y Patricio, representantes de la empresa de muebles Area Design, decidieron ir más allá del escritorio y conocer, en terreno, el impacto de su compromiso social.

Acompañados por el equipo de Fondacio, llegaron hasta las casas de Julia Aravena en Huechuraba y Carla Maturana en Recoleta, dos mujeres cuyas viviendas fueron mejoradas gracias al programa Un Hogar Más Digno (UHMD). Y fue ahí, en medio del relato cotidiano y las emociones vivas, donde entendieron que su gesto empresarial tenía un valor mucho más grande del que imaginaron.

Voces que inspiran

Julia, una mujer de 85 años, madre de 12 hijos y abuela de 2 nietos, los recibió con una sonrisa tan amplia como su historia. Su vida, marcada por muchas carencias, también ha estado llena de agradecimiento. “Estoy agradecida de Dios por todo lo que me ha dado y por haber encontrado unos angelitos a través de Fondacio”, dijo emocionada, mientras en su rostro se reflejaba esa mezcla de fortaleza y ternura que solo tienen quienes han luchado mucho, pero no han perdido la fe.

Carla, por su parte, vive con su esposo, sus dos hijos pequeños, sus padres, una tía y un sobrino. En su testimonio, compartió cómo era su casa antes de la intervención: un espacio con techos que se llovían, estructuras a punto de colapsar y presencia de termitas. “Nos cambió la vida —dijo—, y estamos muy agradecidos por la buena relación que tuvimos con el equipo de UHMD y los maestros que trabajaron en nuestra casa”.

Más que muebles: una causa compartida

Para Josefa y Patricio, la visita fue mucho más que una formalidad. Escuchar a Julia y Carla los conmovió profundamente. “Cada sofá representa un gesto de cariño, un espacio para descansar, compartir y sentirse en casa”, comentaron. Y lo que nació como una acción solidaria puntual, terminó transformándose en una alianza con propósito: donarán siete sofás para las familias beneficiadas por el proyecto.

Este encuentro nos recuerda algo esencial: la dignidad comienza por el hogar, pero se fortalece con los vínculos, con el cuidado del otro, con el compromiso de empresas que se atreven a mirar más allá del negocio y conectar con las personas.

En Fondacio creemos que la transformación real ocurre cuando nos encontramos como iguales. Cuando alguien escucha, cuando alguien mira con ternura, cuando alguien se atreve a ser parte.

Por eso, celebramos alianzas como esta. Porque cada mueble entregado es mucho más que un objeto: es una oportunidad para reconstruir no solo espacios, sino también esperanzas.


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