El sábado 22 de agosto, realizamos un retiro comunitario donde el Padre Benito Rodriguez nos entregó importantes «sonidos» en torno a como prepararnos interiormente para el próximo tiempo de Anuncio programado para el mes de noviembre.
Aquí les compartimos este material en formato escrito y de audio para que lo revisen. Buen tiempo de preparación a cada uno.
«Para esta primera reflexión tomaremos el cap. 18 del evangelio de San Mateo. Juntos lo leeremos.
Ser como niños (18,2) “En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: ‘¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?’ Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: ‘Les aseguro que si no cambian y se hacen como los niños no entrarán en el reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.’
Al leer este texto, podemos preguntarnos qué es ser como niños, es evidente que no podemos volver al seno de nuestras madres y nacer como ya nacimos. Ciertamente no es eso lo que nos pide el Señor, pero podríamos guardarlo para el momento de silencio que tendremos: ¿Qué es ser niño según el Evangelio? Todos conocemos niños buenos y otros no tan buenos. Creo que podemos identificar algo del niño en relación con esa inocencia que leemos en el Génesis, ese estado como en el paraíso antes del pecado … Algo así. Todos fuimos niños y podemos recordar cuando dejamos de serlo y no me refiero a la edad cronológica sino a una edad espiritual, más interior. Tal vez, en la edad interior el ser niño pudo interrumpirse cuando se puso a la defensiva y dejó de confiar y ahí comienza la etapa de la adultez, a veces antes de tiempo.
(Escucha el sonido aqui)
Volver a ser como ese niño que Jesús nos presenta en el Evangelio, podría ser volver a creer, confiar, ver la realidad con una mirada más limpia, sin tantos condicionamientos o mecanismos de defensa que se nos van incorporando e interfieren como un filtro en nuestra mirada de la realidad. Una bienaventuranza dice: “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.” Jesús al hablar de los niños, ¿no se estará refiriendo a esos limpios de corazón? Poder mirar con un corazón limpio para reconocer a Dios. En los niños llama la atención que no son muy conscientes, hasta cierto punto, de sí mismos, de cómo son mirados, no se avergüenzan y por eso se mueven con más libertad que los adultos. Nosotros, en algún momento, empezamos a tomar conciencia de cómo somos mirados, a mirarnos en los otros reflejados como en un espejo, a mirarnos más a nosotros mismos y a condicionarnos, en cambio los niños no tienen esa barrera. Entonces, volver a ser como niños es recuperar esa libertad con respecto al juicio de los otros y del mío, y volver a creer más en la mirada de Dios. Les doy algunas pistas: ¿Qué es ser como niño según el Evangelio? ¿Qué me falta para ser como el niño que dice Jesús? Porque “para entrar al reino de los cielos hay que hacerse como niño”. La puerta es chiquitita, el adulto no cabe, el niño tiene que re-nacer ….
En el vers. 10 Jesús dice: “Guárdense de menospreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles en el cielo ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.” Entonces, cuidar esa dimensión del niño en el otro y en nosotros, evitar los escándalos, no escandalizar al inocente, al que cree, al niño. En nuestras comunidades y familias hay personas que son como niños en su manera de ser, de relacionarse – no es que sean infantiles o inmaduras – porque tienen una mirada más limpia. A veces son más vulnerables, están más expuestas. Leer más